Esta columna de Flor Zumaeta esta inspirada en mujeres que se han convertido en mamás y les ha cambiado la libertad de poder disponer de sus tiempos libremente.

¿Cuántas veces pensamos que lindo sería salir a tomar un café o al cine asi de imprevisto y sin tener que programar con abuelos o niñera?. Ir a un evento o fiesta sin pensar que a la mañana siguiente los chicos nos van a saltar en la cabeza con todas la pilas y nosotros agotados, mal dormidos y fiacosos.

Extrañamos las noches en donde se dormía de corrido; ¡somos mamás y estamos felices de serlo!, ser madre es una bendición y una de las cosas mas maravillosas de la vida pero hay una realidad que no podemos ocultar y mucho menos negar y es que necesitamos de nuestros tiempos sin un reloj con alarma .

También nos sucede que cuando logramos “esa” salida deseada y nos producimos y nos organizamos y estamos felices; ¿qué hacemos? Hablamos de los chicos, mostramos sus fotos y deseamos volver a casa porque sentimos culpa de haberlos dejado o nos da extrañitis y queremos pararnos en la puerta del cuarto para contemplarlos dormir, a esos angelitos que nos rompen los esquemas, nos llenan de besos babosos y nos manchan la pared recién pintada; con crayones de colores…

Así es nuestra vida de madres fusionar esos anhelos y deseos de soledad, descanso, salida de amigas o en pareja con la guerra de almohadones, las risas, las peli de dibujitos animados, los juegos sin fin.

Es unir, encontrar el equilibrio necesario de ser mamas y mujeres. La union de ambas es algo mágico que nos permite ser lo que somos. La maternidad tiene su lado B, cuenta con dificultades que nos agobian tal vez pero logran que nos valoremos como madres.

Todo lo que sentimos, deseamos y añoramos; esta bien. Esta bien desear unas vacaciones a solas pero estar con ellos en el campo tambien te provoca placer. Esta bien extrañar esas duchas interminables sin tiempo en donde los baños de inmersión eran la mejor opción tras un día agitado y en donde solo pensamos en que después de ese baño de relax hay una cama con películas y chocolates, esperando. Y tal vez ahora nuestras duchas son de solo 3 minutos y deseando que torbellino no se allá tirado encima todas las cremas corporales y usado el lápiz labial recién comprado como crayón.

Y asi como mamás nos van sucediendo situaciones diferentes, nos planteamos en varios momentos del día si ducharnos, limpiar la cocina o hacernos las manos mientras los niños duermen su esperada siesta. Situaciones de vida real de madres reales.

Extrañar esos momentos de mujer, esos estados que disfrutábamos antes de ser mamás, la libertad e independencia; esta bien. Estas situaciones tambieén nos llevan a valorarnos como madres, a que hacemos muchísimo mas de los que nosotras mismas creemos, que ser mamas es vivir grandes momentos de felicidad y satisfacciones, frustraciones y desesperación; ese es nuestro aprendizaje interior.

Mamas reales, mujeres reales. Con tiempos y deseos compartidos. Fusión de ambos.

Flor Zumaeta. Escuchaba a Flor todos los sábados de 11 a 12 por FM Profesional 89.9!