Cuantas veces al día, a la semana, al mes, al año nos quejamos de toooodo lo que no tenemos y querríamos tener y de todo aquello que sucede en el marco de una familia normal pero que no queremos que pase. ¿Les pasa? Así comienza Flor Zumaeta.
Foto apertura: Maria Quintian.
Solemos quejarnos de nuestro trabajo, de la casa que tenemos, de los animales domésticos; si hicieron donde no debían, si hay sol, si llueve y truena, si los chicos dejaron parte de la cena en el plato o el uniforme tirado al costado de la cama.
Hay que pensar en ser mas agradecidos de lo que tenemos y de aquello que nos toca. Comprender, que aunque no tengamos todo igual podemos ser muy felices.
Puede que sean pocas o tal vez muchas nuestras riquezas, pero vale la pena disfrutarlas.
También sucede que somos un poquito temáticos con ciertas cosas; tratemos e intentemos de aceptarlas y no renegar por cuestiones que realmente no valen la pena. Si ya sé, nos gusta el orden, la limpieza, etc, pero la realidad es que ser tan temáticos con estas cosas realmente no nos suma absolutamente nada.
Podemos bajar línea y mantener ciertas conductas con hijo, marido y hasta en el trabajo; pero ¡relajemos mujeres! Se los digo por experiencia.
Yo tuve una época, que las puertas de los placares abiertas eran mi obsesión mal, y en casa todos las dejaban abiertas. El orden extremo también formo de mi vida. Hasta que empecé a capacitarme por medio de entrenamientos en PNL; programación neurolingüística de la mano de Rody de Angelis y ahí inicie con un proceso de comprender que mi vida no cambia en nada si las puertas están abiertas o cerradas, que si yo grito a quien dejó abierta la puerta no se le mueve un pelo! En cambio, a mi si me altera.
Entonces es sencillo, visualicemos las puertas abiertas del placard, por ejemplo, y detectemos que nos provoca, sensaciones, sentimientos.
Seguramente no pasa nada, entonces hagámoslo más fácil, las cerremos sin decir nada. Es a nosotras a quien nos molestan las puertas abiertas; ¡al otro no!
¿Es fácil hacer esto? no, no podemos modificar esto de un día para el otro, se logra ejercitando cada día y estando fundamentalmente convencidos de que renegar o tener manías, por ciertas pequeñeces no hacen realmente a nuestra vida.
Todo pasa por hacer un poquito más sencilla y placentera nuestra vida diaria, reneguemos menos, riamos más de las cosas lindas del día a día. Más arriba les decía de las riquezas materiales y de afectos y recordemos que lo que realmente se disfruta son los afectos, los afectos perduran, lo material tiene fecha de vencimiento.
Les dejo estos tips para que los tengan presente y tal vez pueda ayudarles como a mi.
- Si tenes poco y querés más, trabaja en ello pero sin quejarte, aceptando lo que tienes.
- Si aquello que te rodea no es de tu agrado, igual agradece y busca mejorarlo.
- Disfrutar y amar cada logro obtenido por más chiquito que sea.
- Aceptar esto tan hermoso que tenemos y aprender a valorar sin quejarnos y berrinchar con lo que queremos y no tenemos.
- Aceptar, amar y disfrutar ¡no es poco! creo que tenes mucho más de lo que vos pensas.
Flor Zumaeta, escuchala a Flor todos los sábados de 11 a 12 hs. en Bienestar en casa, por FM Profesional.
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