Por fin volví de Buenos Aires, (y digo así porque la paz de Salta y el ritmo más equilibrado se extraña cuando estás lejos algunas semanas) y traje inquietudes para compartir en la columna de Informate. Ya me venía pareciendo que este año la palabra “emprender” se había puesto de moda y había transformado su significado ampliándose extremadamente –como que ya casi se usaba para cualquier cosa– y justo antes de perder las esperanzas, me llega un informe (con motivo de celebrarse el Día del Emprendedor en BA) del Monitor Global de Emprendimientos que explica que Argentina tiene la tasa de generación de emprendimientos más alta de la región y además, analiza todo el fenómeno.
Tranquilos, que si bien es un informe interesantísimo, no lo voy a copiar entero, si no transmitir dos ideas puntuales que resumen la época en la que estamos viviendo (y trabajando).
- Existe un importante consenso entre los economistas sobre la generación del empleo y el ingreso en las familias en las próximas décadas que asegura que estará mucho más ligada a los pequeños emprendimientos que a la gran empresa.
- De este análisis surge también que el fenómeno creciente del emprendedorismo está muy presente en la formación profesional de los jóvenes. Muchos estudiantes universitarios se forman, ya no para trabajar en una gran empresa o estudio, sino para tener su propio emprendimiento. En los millennials está claro que desconfían de un trabajo para toda la vida. Las nuevas generaciones no quieren trabajar más de dos o tres años en la misma empresa. Sea porque la empresa cambió su forma de ser, o sea por el perfil que traen las nuevas generaciones, cada vez más se estudia pensando en generar el propio emprendimiento.
Esto es algo que venimos percibiendo en los últimos años y que me gusta leer, porque adquirir el #emprender como forma de vida es una filosofía que te hace sentir perdido, pero cuando das un buen paso, uno de esos certeros que dejan huella, hacen valer el resto del camino.
Eso por un lado, pensando en la búsqueda y las decisiones que tomamos todos los días… ¿dirigirte a un nicho exclusivo? ¿trabajar en equipo? ¿Segmentar por edad? ¿Comunicar en que canales? ¿Cuáles son las últimas tendencias? Todas estas decisiones en la mayoría de los casos las tomamos la misma persona, estudiando cada una de las herramientas necesarias.
Y por el otro lado, y como último dato del informe que me queda rebotando en la cabeza, les cuento que también aseguran que el emprendedor cuando fracasa, vuelve a emprender, por eso me puse a pensar en los casos (famosos y no) de personas que cierran, venden o salen de una empresa para comenzar otra, y me preguntaba: ¿dónde esta el fracaso? Si en lo que vivimos todos es en una búsqueda constante, siempre de un nuevo objetivo… Creo que el único fracaso sería no llevarse una enseñanza de la experiencia en cuestión y creo que a lo único que le tendría miedo es a no tener motivación, fuerza, motor, ganas… llamale como quieras.
Es por eso que hago esta columna (perdón si la hice tan larga para llegar al punto), porque me anima, me contagia la pasión de otros, y es un espacio (imagínense un sillón bien cómodo, je) a sentarme a escuchar opiniones o historias y contagiar a otros.
Como el métier de la columna sigue siendo la actualidad vista a través de los ojos de esta mujer que intenta contagiar y llevar belleza, HOY te traigo belleza -cual vendedora ambulante- de la mano de Paula, la FEA.
Pau Casalderrey estuvo de fiesta la semana pasada, en su Galería FEO de Ameghino 657.
La ocasión fue el brindis de cierre de una acción de ARTE y DISEÑO comenzada en el BafWeek el año pasado, entre varios diseñadores en un espacio de charla y co-creación y terminado el jueves pasado con el resultado final de 16 carteras intervenidas por diseñadores y artistas del NOA. Además, todo lo que nutre la acción y los participantes pudieron llevarse de vivir la experiencia, como asesoramiento para productores locales, etc.
Viste que todo llega cuando tiene que llegar y la invitación de Pau al brindis llegó justo cuando pensaba en esta columna sobre emprendedorismo e inspiración, por eso aprovecho y se las traigo para que les contagie un poco de su virtud.
Paula pasado con el resultado final e DISEÑO comenzada en el BafWeek el año pasado, entre varios diseñadores en un espacio de charla y finaliz, poes tucumana, aunque vive en Salta desde los 17 años, y le ha tocado viajar por trabajo pero eligió Salta para asentarse. Desde los 20 trabaja en el arte (hace diez) y desde hace cuatro, cuando comenzó con Estudio FEO en 2012, el diseño cobró fuerza en su carrera logrando una fusión más que interesante.
Ese laboratorio fue el cimiento para la Galería FEO que abrió en 2015 abarcando indumentaria, joyería, calzado, mobiliario, objetos, arte e interiorismo y con la particularidad de ser vidriera para otros pequeños artistas que no tienen donde exponer, mostrando una camaradería envidiable.
Debo decir que la noto con un romanticismo intacto en el amor a la profesión. Su sueño como emprendedora es vivir del arte. Los desafíos atrás de las consignas, las necesidades del usuario o espectador son sus reglas y eso sigue resultándole su máxima fascinación. Así como también trabajar con la “responsabilidad” que siente de acercar al público salteño nuevas corrientes e información para formar a un consumidor de arte y diseño local más amplio. Y de a poco lo está logrando.
Me encanta saber como influye la maternidad en las profesiones o en los proyectos de las mujeres que conozco, y Pau me cuenta que la convirtió en una persona muchísimo más profesional, le dio madurez en el trabajo, en la organización de los tiempos, espacios y prioridades. Con la llegada de su hijo Ray comenzó a visibilizar nuevas posibilidades y formas de encarar la producción. Y, si bien es muy difícil, porque el tiempo disponible para producir es mucho menor, la energía que tiene al trabajar es más eficiente y logró efectuar sus tareas de manera óptima.
Me encanta Pau, y su arte feo!!!
Excelente nota Guada!!! es verdad, a donde está el fracaso? Para el verdadero emprendedor, si no sale una, vuelve con otra idea, hasta que logra el éxito. Muy buena nota.