#MultTaskingGirl
Me empapé nuevamente de la pasión por el fútbol – Copa América mediante – y recordé mis años de cancha, viajes y repeticiones de partidos hasta el hartazgo para usar prestado el maravilloso lenguaje con el que se describe al mejor deporte del mundo.
Hoy quiero contarles cómo nos está yendo con “Mi polla”. Así la apodé cariñosamente no sólo porque se llama como yo, lo cual es una estupidez pero me genera empatía (antes que lo digan ustedes, lo digo yo: el comentario es muy Gachi Pachi J), sino porque con pocas directivas entendió exactamente lo que queremos y buscamos. Interpretó el espíritu de lo que es nuestra empresa y hacia dónde queremos ir.
Ella es dinámica y proactiva a niveles que YO, apodada #MissAnsiedad por mi amiga personal #AMis20YDiez, tuve que salir a explicarle, contarle y pedirle que no se altere si la respuesta de un mail tarda 30 días en llegar. “Este camino es sembrar, sembrar, sembrar”, le repetí en un acto por convencerme a mí misma también, cuando a veces me subo al paradigma de locura e inmediatez con el que aprendimos a convivir desde hace rato.
Para el trabajo de la Prensa y las Relaciones Públicas, justamente hay que tener esto último y ser un “tiempista”: poseer la pelota cuando hace falta y pasarla a los compañeros en el momento justo; aguantar el partido cuando así lo requiera y salir de contraataque, o plantear un juego agresivo y poner más delanteros para ir a ganarlo si o si desde el arranque. Todas esas opciones son válidas, pero con un delicado equilibrio que demuestre INTERÉS PERO NUNCA DESESPERACIÓN por lograr cerrar ese cliente. Caso contrario, podes generarte una pésima imagen y la posibilidad de que no quieran responderte nunca más en tu vida o hablen de vos como una “pesada”; ¡Qué horror!. No quisiera saberlo, nunca.
Desde que decidimos incorporarla a nuestra hueste ya logró generar dos reuniones. La primera se nos pinchó como un globo; mientras ella se lamentaba, yo, ya acostumbrada a estas cuestiones, no le di mayor importancia y la animé a seguir con la búsqueda mediante un mail motivacional. La otra -que aún sigue firme- la tendremos en pocos días y su entusiasmo por aprender y lograr objetivos me contagia fuerte. ¿Cuántas veces en el día a día nos olvidamos de esas emociones que nos daban los primeros logros en algo?. La respuesta es SIEMPRE, porque vivimos a mil y dejamos de percibir y muchas veces de valorar esos pequeños pasos que hacemos para construir el camino.
Su presencia en nuestro equipo me entusiasma porque le veo pasta de campeona, se le nota que tiene hambre de gol, sabe consultar qué hacer con la pelota, pero también mandarse con delicada intuición sobre aquello que cree que puede funcionar. Si hubiera un penal, estoy segura que no ahora, pero sí en un tiempo, nos pedirá ser ella la que lo patee.