Te vamos a presentar a Laura, una cuarentona casada y con hijos. Trabaja y vive el día a día. Esta casada hace veintipico de años con su novio de la adolescencia. Nunca tuvo aventuras, ni tampoco se le cruzan por la cabeza.
Ama con sus defectos y virtudes al mismo hombre con el cual tienen dos hijos adolecentes. Por lo tanto la vida de Laura es un poquito mas tranquila que cuando los chicos eran pequeños. Pero hay algo que la inquieta y mucho.
Laura es una profesional ligada al rubro de las relaciones publicas y su marido es un medico reconocido en nuestro medio. Ambos son muy sociables, mas allá de la actividad laboral de Laura. Ella organiza grandes eventos y tiene un excelente gusto para que todo quede soñado, así como lo solicito el cliente. Tienen un pasar medio, que les permite tener la casa que soñaron y hacer viajes en familia en donde disfrutan mucho conocer y darse ciertos gustos.
Laura es muy solidaria y generosa con sus seres queridos y tiene una gran capacidad para escuchar y dar buenos consejos. También para conciliar y en cierta manera es líder en sus grupos de amigas.
Tiene una personalidad muy definida y maneja todas las finanzas en su hogar y todo, pero todo, lo que tiene que ver con su hogar y coordina también lo relacionado a los papeles del marido en el ámbito laboral. Su marido delega en ella el pago de cuentas y toma de decisiones. A Laura, le gusta, pero siente cierto peso sobre sus espaldas; le gustaría que marido tenga un poquito más de activa participación en los temas relacionados al hogar, a los chicos y toma de decisiones.
Esta mujer de 40 y pico, siente mucha responsabilidad y fundamentalmente si algo sale mal, indefectiblemente siente que es por su culpa. En ella se ha delegado todo, pero ella no puede decir no y no sabe delegar.
Por elección o por decisión propia Laura esta a cargo, pero hoy por hoy ya no es un placer hacerlo, esta comenzando a sentirlo como una carga. Marido, nada puede hacer si Laura no esta a su lado pero Laura si puede hacer todo y de todo al mismo tiempo. Y… en definitiva ella piensa, que son dos seres iguales…. bueno casi iguales y no comprende la comodidad de marido, comodidad que al inicio aella le divertía. Laura solía pensar…. tres hijos en lugar de dos.
Lo curioso es que por el trabajo que tiene Laura, ella distribuye tareas diariamente a sus colaboradores porque sino seria imposible organizar de la manera que lo hace. Laura es demasiado habilidosa y súper practica para todo; y para su marido es una solución, pero no se da cuenta de que Laura puede cansarse y hasta sentirse desbordada de tanto.
Ella hace terapia por una necesidad que surge en el interior de su ser, porque siente que debe cambiar, modificar ciertas creencias; porque le cuesta decir «no puedo» o delegar. De cierta forma ella cree que solo ella hace las cosas bien y esta mal que crea esto. Laura esta convencida que si delega las cosas no serán lo mismo, pero no es así.
La pregunta es: ¿Qué puede pasar si delega?. Y si en quien delega hace las cosas como ella o mejor o peor, ¡porque puede suceder! Y que … ¿sería el fin del mundo? no! para nada! Lo que salió mal se corrige, es muy simple.
Laura es quien debe trabajar interiormente para aprender a decir “no puedo”, para confiar en otro y delegar, para repartir responsabilidades a su marido y a sus hijos y fundamentalmente mantenerse firme en sus decisiones y aceptando, claro está que las cosas se pueden hacer perfectamente sin su impronta y de todas maneras están bien realizadas.
Una familia logra ensamblarse igual, con los aciertos y defectos de todos, sucede con el ambito del trabajo y cuándo pertenecemos a un grupo especifico.
Laura pelea interiormente, con el debo y el cómo; con su no interior, que le cuesta exteriorizarlo y con el disfrute de cada día. Claro que puede decir que no, claro que puede decir esto ya no me provoca placer, claro que puede decir esto ya no me divierte, claro que puede decir NECESITO COLABORACIÓN.
Laura tiene que reacomodarse y arrancar de nuevo. Y fundamentalmente COMUNICARSE y poder decir SI a lo que le hace bien y disfruta. Seguro que va a ser escuchada, las cosas pueden cambiar con tiempo y paciencia.
Así, Laura con el tiempo va a comprender que delegando ella puede tener una vida más simple y mas liviana.
Laura, una mujer como todas.
Laura es una invitación que nos hace Flor Zumaeta a jugar y ver las cosas de manera más simple por tratarse de alguien más, pero sintiéndote un poquitito identificada, o no!
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