Cada vez que planees tu viaje, recordá que no es sólo un mero receso, sino que es el comienzo de una gran experiencia que empieza el día en que decidís gastar tus ahorros del año y haces explotar tu tarjeta en todas las cuotas posibles.
Decidir el destino, el hotel, las excursiones, etc. Todo forma parte de ella. Podrás gastarte hasta el último centavo, pero te aseguro que cada uno vale la pena y ¡será la mejor inversión de todas!
Un viaje enriquece, enseña, te acerca a la gente y sus culturas, renueva tu vida y, sobre todo, cada experiencia te hace CRECER (la mente, el alma, el espíritu y más).
MÁGICA CAMBOYA
En esta primera columna las quiero llevar hasta Camboya, país milenario que se encuentra en el Sudeste Asiático y en el cual viven más de 16 millones de personas. Su moneda es el Riel y la mayoría, incluidos los niños, hablan o intentan hablar inglés, ideal para poder comunicarse.
Como parte casi obligada del circuito por el Sudeste, llegué a este lugar con mi novio sin esperar demasiado y terminé no queriendo irme, tan sorprendida de todo lo que descubrí. No sólo hermosos paisajes, sino también las mejores playas que conocí hasta el momento, templos increíbles y sobre todo la calidez de su gente que te atiende como si fueses uno más de ellos. Se merece el primer premio al “País de las sonrisas” sin lugar a dudas.
La travesía comenzó en Poipet, en la frontera con Tailandia, donde sacamos la visa. Allí nos subimos a un Tuk-Tuk, medio de transporte típico, que nos hizo empezar a sentir la adrenalina del viaje. Llegamos hasta Siem Riep, la ciudad de los templos, especial para los amantes de la cultura, arquitectura y religión.
Encontramos un corredor gastronómico parecido al de calle Balcarce que se llama Pub Street, lleno de restaurantes, bares y puestos callejeros que venden todo tipo de comida, desde los clásicos brochettes de pollo y carne, hasta tarántulas y víboras asadas, los snacks predilectos de los camboyanos. Debo admitir que no fuimos tan valientes como para probarlos.
Descubrimos también diferentes mercados como Old Market y Night Market, donde podés conseguir toda clase de souvenirs. Hay locales que ofrecen servicio de masajes, algo que había visto y me llamó mucho la atención fueron los “Fish Massage” en donde introducís tus pies en piletas llenas de pececitos que te hacen un tratamiento de spa y mejoran tu circulación sanguínea, mientras vos sentís un leve cosquilleo. ¡Espectacular!
VISITANDO TEMPLOS EN ANGKOR
Angkor wat, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el templo hinduista más grande del mundo y uno de los tesoros arqueológicos más importantes, tanto que se convirtió en el símbolo de Camboya y figura en la bandera del país. Desde el momento que llegas a este lugar, una energía especial te atraviesa todo el cuerpo y te sentís pequeña dentro de tanta majestuosidad. Varios imperios, monjes, soldados y misioneros han pasado por aquí.
Podes comprar distintos pases para ingresar el complejo, puede ser por un día, tres o una semana. Nosotros compramos el ticket de tres días por 40 USD.
Para el primer día de visita a este sitio arqueológico alquilamos bicicletas e hicimos un recorrido corto. Quise subir a la torre de uno de los templos y me prohibieron la entrada porque no estaba vestida correctamente. Estos lugares son considerados sagrados, y para la gente local es una ofensa no estar bien vestido, por ello hay que cubrirse las piernas hasta los tobillos, los hombros y el escote.
Visitamos Ta Prohm donde se filmó la película Tomb Raider. Pedaleamos 25 kilometros por caminos de tierra, cruzamos a otros viajeros viviendo lo mismo, una que otra vez pasamos al lado de un elefante, parábamos para admirarlos un poco y seguíamos. Volvimos exhaustos, pero felices.
El segundo día ya lo hicimos en Tuk-Tuk. Es la única forma de recorrer el circuito grande que incluye la aldea de Banteay Srey, a 37 kilómetros de Siem Riep. Visitamos las ruinas de East Mebon, Ta Som, Neak Poan y Preah Khan, lugares también importantes dentro del complejo. Luego visitamos Angkor Thom para ver los tótems gigantes y la muralla de elefantes.
El último día Savanara (el chofer del Tuk-Tuk) nos buscó a las 5.30 am para ir finalmente a Angkor Wat a vivir la experiencia más increíble de todo el viaje: imagínense llegar de noche, totalmente a oscuras, y esperar el amanecer, viendo como aparece el sol lentamente detrás del templo, junto a cientos de personas. La falta de sueño se compensa con el recuerdo que guardará tu mente para toda la vida.
RELAX EN SIHANUKVILLE
Teníamos que seguir nuestro trayecto, asique nos subimos a un Hotel Bus, un colectivo muy particular en el cual tenes camas en vez de asientos, especial para viajar toda la noche. Después de diez horas llegamos a Sihanukville, ciudad costera para disfrutar y relajarnos en la playa.
Eran geniales las cenas a orillas del mar ¡por sólo 3 USD! Abundantes platos con fillet de atún a la parrilla, papas asadas y ensalada. Al terminar, era obligada una visita a alguno de los bares donde se juega al beer pong, un juego de moda en el que los jugadores tratan de encestar desde el extremo de una mesa, con pelotas de ping pong en vasos llenos de cerveza.
Salimos de excursión hacia las islas Koh Rong Samloan y Koh Rong. Se suponía que iba a ser un paseo de un día, pero se nos pasó la hora y ¡el barco terminó dejándonos! Por lo que tuvimos que buscar un lugar donde pasar la noche. No había agua caliente y la electricidad sólo funcionaba de 17 a 2 am.
Temprano al día siguiente salimos hacia un lugar dentro de la isla llamado Long Beach. Después de una hora de caminata cuesta arriba llegamos al sitio más mágico del viaje. Un verdadero paraíso con la playa más alucinante, una piscina natural con agua cristalina y arena blanca, y sólo para nosotros porque no había nadie. Nos quedamos unas horas y luego volvimos a esperar el bote para volver a Sihanukville. No hay mal que por bien no venga, ¡qué suerte que perdimos el barco el día anterior!
Para finalizar la travesía por este asombroso país, fuimos de excursión a las islas Bamboo donde practicamos snorkel, compramos un ticket para ir a una Boat Party (fiesta arriba de un barco) con unos amigos que hicimos ahí y disfrutamos de nuestra última barbecue a orillas del mar.
Fueron 15 días vividos al máximo en un país al cual deseo volver siempre. El camboyano es servicial, dulce, se esmera por atenderte bien y te ofrece todo lo que tienen y más para que te sientas a gusto. No dudo ni un segundo en recomendar este destino, que aparte de hermoso e impactante en cada uno de sus rincones, es también súper económico. Por ejemplo, podes encontrar una tarifa de 30 USD por persona en hoteles 5 estrellas y comer con sólo 10 USD por día.
CONSEJOS PARA PLANEAR UN GRAN VIAJE
Te doy los siguientes tips si estás armando tu recorrido. Hay cosas fundamentales que tenes que tener en cuenta:
- Si vas al exterior, chequear con tiempo que tu pasaporte esté vigente.
- Averiguá por las visas. No todos los países tiene las mismas condiciones para ingresar.
- Si armás tu propio itinerario, concéntrate en poner bien las fechas y datos personales en todo lo que reserves. Existen páginas y blogs que te pueden ayudar mucho. Te recomiendo estos que visité: Sir Chandler, El mundo de Floxie, Info Viajera, Red Argentina de Travel Bloggers. Contienen información real y actualizada.
- No olvides de los cargadores de tu celular y dispositivos electrónicos, y lleva adaptadores.
- La mayoría de las ciudades cuentan con una aplicación que te cuenta que podes hacer, donde ir a comer, ofertas de excursiones, etcétera. Bajála y te va a facilitar muchas cosas.
- Controlá los líquidos (lo que lleves en tu bolso de mano no puede pasar ciertos mm). Sino te los terminarán tirando antes de abordar.
- Todo lo valioso llevalo en el equipaje de mano. Es mejor no arriesgarse por si la maleta se pierde. En este caso, tampoco viene mal tener una muda de ropa con vos.
- Ropa, calzado y cosméticos, ¡llevá solo lo necesario! Siempre terminas comprándote algo para usar en el lugar.
- Lleva una gorra, aunque no creas en algún momento va a ser necesaria. Y los anteojos de sol, claro.
- Todo lo que no sea imprescindible y puedas comprar en el destino no lo lleves, ¡no sobrecargues tu valija! Y acordate que tenes que dejar espacio para todo lo extra y nuevo que vas a comprar y traer ;D
- Intenta leer lo más que puedas sobre el lugar. Es bueno estar informado y saber adónde estás yendo. Podés encontrar recomendaciones importantes sobre qué hacer y no hacer, adónde ir y no ir.
Espero les haya gustado esta primera columna. Nos encontramos pronto con más historias para seguir viajando juntas. Hasta la próxima!!
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