Me vence el Monotributo… este mes me toca pagar Ingresos Brutos… tengo que hacer el trámite para que me descuenten la fortuna que pago de Obra Social. Hay nuevas palabras que aprender cuando decidís emprender, y por supuesto, tareas odiosas que realizar. Salvo que seas Contadora, Administradora de Empresas (y que tu emprendimiento tenga que ver con estas actividades) o, un ser especial de esos que adoran pagar cosas, realizar trámites interminables, mientras se tienen que fumar la cola de gente que se hace y a la típica señora que va con las boletas de todo un año, la tarea jamás es grata.
Pues bien, para el resto de las mortales hay que aprender a ordenarse y saber que ahora no hay nadie que aporte por vos, salvo VOS. Sí, éste es el lado B de ser una nueva empresaria. Así como te levantas, desayunas, te bañas, mandas mails, visitas clientes o elegís proveedores, todos los meses tenes que abonar el Monotributo, que vence los días 20 y, si necesitas recategorizarte, anotar en una agenda que se hace los meses de Enero, Mayo y Septiembre. Ahora bien, si sos de las que “colgás”, anotátelo con carteles luminosos, en la agenda del GMAIL (otra herramienta de las más útiles del mundo emprendedor), en papelitos metidos en la billeteras, o donde lo puedas memorizar porque sino, vas a acordarte de mí.
Mi primera experiencia como Monotributista comenzó en 2005 cuando fui Productora de un conocido periodista, en un programa de radio. Trabajé poquísimo y si bien, no comulgo con la paga en negro, en ese momento hubiera deseado todo lo contrario. Eran épocas de AFIP atestadas de gente y si vivís en la Ciudad de Buenos Aires y/o te toca la sede ONCE sobre la Avenida Rivadavia, vas a entender de qué hablo. Después de estar todo un día, o dos, o tres, ya no recuerdo, presentando papeles, llegando a las 8.31 para que me toque el número 7028, y ver que recién iban por el 5, logré sacar mi Monotributo. Cobré pero JAMAS supe cómo pagarlo. Era el famoso Monotributo “Eventual” y yo creí que “eventualmente” se pagaba, es decir, cuando facturara. Para mi desgracia no fue así. Cuando tuve que ponerme las pilas con mis papeles – varios años después- me dijeron que debía 8mil pesos ¡Sí, leíste bien… OCHO MIL PESOS! que se me computaban desde aquel primer mes que eventualmente NO pagué. Debía algo así como 6 años de impuestos.
El mundo de los impuestos NO es para mí, no entiendo el lenguaje, es obligatorio hacer un curso intensivo en #CómoEntenderalaAFIP (y saber que la página web “corre” mejor en un EXPLORER. ¿¡Podés creer que todavía existe el EXPLORERRRRRRRR!?.) Siempre es mejor tener un Contador amigo a mano o, si podes – cosa que NO suele suceder en los momentos iniciales de tu nuevo proyecto- pagarle a uno que te ordene y haga el laburo feo por vos. Yo lo hice y pagué con una botella de Vino; era el padre de una amiga de mi hermana y entendí que para Emprender, tuve que aprender.
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