#MultiTaskingSuperStar
#MultiTaskingGirl
Lunes 17hrs, llegamos a una reunión con un cliente en una cafetería que derrocha cancherosidad en pleno Palermo. Nos acomodamos y mientras esperamos a ellas, nuestras clientes, pensamos qué vamos a degustar. “Las porciones son grandes”, le advierto a socia, como si eso nos fuera a cambiar el algo lo que ya estamos dispuestas a pedir. Unos minutos más tarde, llegan ellas, divinas como siempre, ¡Hola! ¡Hola! Y a elegir: yogures con fruta, panes de canela (AMO!), smoothies, medialunas rellenas y cappuccinos de los de verdad para nosotras. Una verdadera panzada, bien a lo argento ¡Que no falte nunca comida!. (AMO, AMO!)
La reunión de trabajo era simplemente de balance, ver cómo venimos accionando hasta ahora, cómo seguir, qué novedades y más cosas de rutina que cada tanto nos obliga a vernos las caras con las marcas, en la era virtual donde los mails y los grupos de whatsapp parecen reemplazarlo todo. Cuatro mujeres, todas emprendedoras, dos madres, dos no, dos géminis, dos piscis, dos rubias, dos morochas… una buena energía fluyendo por todos lados. Tenemos por azar, o no, tal vez no y hay algo en nuestro inconsciente, que nos hace elegir marcas donde las mujeres son protagonistas, amigas, emprendedoras, jóvenes, simples. Sentimos atracción por marcas con las que podemos identificarnos desde muchos lados: no sólo por lo que venden, sino por quienes son y de dónde vienen.
En medio de nuestra charla de trabajo y no trabajo, me propusieron ser la cara de la próxima campaña de la firma (mientras no paraban de repetir que debería hacer Stand Up urgente, y yo me reía). Cualquier ser normal diría: “Ay no, qué vergüenza”. Imaginen que acto seguido al: “Pensalo y avisanos”, le dije, casi interrumpiéndola: “Ya les confirmo que sí, me pongo a dieta, avísenme con tiempo así me preparo y por favor, les pido por el bien de todas que usen Photoshop para mi abdomen”, esbocé en medio de las carcajadas olímpicas que soltamos mientras nos mirábamos con complicidad y parecíamos un grupete de amigas una tarde de té.
Entre todas las actividades que hago, hice o haré, me gusta lo artístico, aunque no sea muy ducha para todo. Probé canto, pobre de quienes me escucharon (“era terapéutico”, repetía para consolarme); me presté a desfilar y ser la “modelo” para un TP que tenía que hacer una amiga que estudiaba indumentaria y fui la protagonista de un corto a pedido de mi hermana menor, quien estudia comunicación. En este caso no sólo le dije que sí, sino que le puse la locación (mi casa) y le conseguí a mis galanes: dos amigos.
Soy muy caradura y casi nada me da vergüenza, es más, estoy orgullosa de eso, no me sonrojo por cosas que otros mortales sí lo harían, así que en cualquier momento me anoto a estudiar actuación, o «standupear»; absolutamente todo suma para oxigenar el cerebro y “circular” en otros espacios, realizar otras tareas hace posible que podamos nutrirnos.
¿Alguna vez te animaste a hacer algo que no tiene nada que ver con lo tuyo?. ¿Cómo te resultó?.