El embarazo puede tener diferentes efectos en la autoestima de la mujer. Para muchas es un periodo fantástico, que las hace sentir más plenas y radiantes que nunca, mientras que para otras, esta etapa impacta de manera negativa en la valoración que tienen de sí mismas.
De la misma manera que cada embarazo es diferente, también cada mujer vive una experiencia distinta en relación a su autoestima, mientras transcurre la dulce espera. Si bien esta experiencia va a estar relacionada con la valoración que ella ya tenía sobre su persona previamente, el impacto que sufra va a depender de diversos factores:
1. La transformación del cuerpo
La embarazada se mira al espejo y los cambios son evidentes. Subió de peso, las caderas y las piernas se ensancharon, aparecieron estrías y los pechos están más grandes y turgentes. Pero lo que puede favorecer la silueta de algunas chicas que siempre quisieron tener un talle más de lolas, para otras puede traducirse en una tremenda preocupación y desembocar en una gran insatisfacción con su imagen, sobre todo si la gordura esta asociada a una creencia negativa.
2. Los malestares físicos
Las nauseas, mareos, acidez y demás malestares propios del embarazo, provocan incomodidad en la futura mamá. Por otra parte, no poder moverse al mismo ritmo que lo hacía antes y tener que pedir ayuda para realizar determinadas tareas que antes podía cumplir perfectamente, (como atar los cordones de las zapatillas, por ejemplo) la harán sentirse poco útil e improductiva. Estos cambios en el humor, sumados a la gran sensibilidad que suelen tener las gestantes, movilizarán su autoestima en gran medida.
3. El estrés
Las situaciones de estrés o potencialmente traumáticas, pueden afectar el vínculo de la mamá y el bebé. La neurociencia ha demostrado que todo lo que hormonalmente sufre la madre es transmitido al feto en desarrollo. Si el embarazo no fue deseado o se siente insegura frente a la responsabilidad que implica tener un hijo, pueden aparecer emociones negativas como la culpa, el temor desmedido y hasta la depresión.
4. La Soledad
Para una mujer llevar adelante sola el embarazo puede ser un desafío muy desgastante. Si ella sufre por la ruptura de la pareja, pero además porque el padre de su hijo no quiere hacerse cargo, esto repercute en el estado de ánimo y en la autovaloración. Diferente es el caso de aquella mujer que planifica tener un hijo sin la compañía del padre, ya que ella percibe esta soledad de otro modo, lo que le permitirá vivir positivamente la gestación.
5. Los excesos
Quienes viven las 9 lunas como un permiso para comer de todo, suben muchos kilos y esto no solamente repercute en el aspecto estético sino que también afecta la salud de la futura madre y del bebé. Pensar en el día después al parto es importante e implica otro proceso psicológico, porque el organismo requiere de tiempo y paciencia para recuperar la misma forma o por lo menos una forma similar a la que tenía antes de embarazarse.
6. No sentirse deseada
No sentirse deseada por su pareja puede socavar la autoestima de la embarazada. Sucede que algunos hombres no se sienten atraÌdos hacia sus mujeres por los cambios que ellas sufren en el cuerpo o bien se niegan a tener intimidad porque temen que el sexo provoque algún daño al bebé en camino. Este temor es infundado, ya que existe evidencia científica para asegurar que durante el embarazo se puede disfrutar de la vida sexual, salvo que exista una indicación médica. La tarea para ellos es acompañar a sus mujeres en el proceso de adaptación al nuevo cuerpo, alagándolas y motivándolas, sin descalificar o hacer comparaciones innecesarias.
7. Enfocarse en lo más importante
Para vivir una maternidad plena primero hay que aprender a conectarse con esta experiencia trascedente, comprendiendo que no existe nada más maravilloso que traer vida al mundo. En segundo lugar, asumir los cambios que se producen con el embarazo, entendiendo que es natural tener miedo y sentirse diferente. Y finalmente, apoyarse en la pareja, las madres, suegras, demás familiares y amigos para no sentirse sola en este camino. La figura del médico también es fundamental, porque será quien acompañará la gestación y puerperio con sus consejos y recomendaciones.
Con el asesoramiento de Gabriela Torres. Licenciada en Psicología.
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